El vehículo se encontraba en excelentes condiciones técnicas, pero su aspecto exterior ya no estaba a la altura de su clase. La pintura había perdido profundidad, el reflejo se había vuelto opaco y las pequeñas marcas de uso eran visibles a simple vista.

Nuestro trabajo Realizamos un delicado pulido de la carrocería en varias etapas. Nivelamos completamente el barniz y restauramos la profundidad y la pureza del color. La etapa final consistió en la aplicación de un recubrimiento protector que resalta el brillo natural sin distorsionar la percepción visual del vehículo. Todos los trabajos se realizaron meticulosamente, sin métodos agresivos y preservando la estructura de la pintura.

El resultado: – La carrocería vuelve a reflejar el entorno como un espejo. – El color se ha vuelto intenso, profundo y visualmente sofisticado. – El vehículo se percibe como nuevo: sin brillo excesivo ni estridencias. – Una estética limpia y sobria.
Por qué lo eligen Porque el verdadero estatus no consiste en ser llamativo u ostentoso, sino en la impecabilidad de los detalles y la sensación de calidad a primera vista.

